Hoy en día, la inteligencia artificial está en todas partes. Pero a menudo se oye decir que se utiliza de forma incorrecta. Como director de producto, ¿cuál es su opinión sobre este fenómeno?
PM: Efectivamente, la IA se ha convertido en una palabra clave imprescindible en las empresas. Pero a veces se malinterpreta su uso. Muchas empresas adoptan la IA sin una estrategia real, pensando que es una solución milagrosa para todos los problemas. Esto conduce a implementaciones ineficaces o contraproducentes.
¿Puede dar un ejemplo de mal uso de la IA?
PM: Un ejemplo común son los chatbots. Muchas empresas implementan chatbots basados en IA sin comprender bien las expectativas de los usuarios. Un chatbot mal diseñado que no comprende las consultas complejas frustra a los clientes en lugar de ayudarlos. Otro error frecuente es el análisis sesgado de los datos: si los datos de aprendizaje son parciales o sesgados, los resultados de la IA también serán sesgados.
Entonces, ¿cómo se puede utilizar mejor la IA en una empresa?
PM: Hay que empezar por una reflexión estratégica. La IA debe responder a una necesidad concreta, y no adoptarse solo para seguir una tendencia. Es fundamental comprender bien sus límites y utilizarla como complemento de las competencias humanas. Por ejemplo, en la gestión de proyectos, la IA puede analizar los riesgos y proponer escenarios de optimización, pero la toma de decisiones debe seguir siendo humana.
Y para un gestor de productos en particular, ¿cuál es el uso adecuado de la IA?
GP: Para un gestor de productos, la IA es una herramienta formidable de ayuda para la toma de decisiones. Permite analizar el comportamiento de los usuarios, anticipar las necesidades y optimizar las hojas de ruta de los productos. Pero un gestor de productos siempre debe mantener un enfoque crítico: la IA es un medio, no un fin en sí mismo. Siempre hay que cuestionar los datos y los modelos utilizados para evitar errores estratégicos.
En su opinión, ¿cuáles son los sectores en los que la IA tiene mayor impacto en la actualidad?
GP: La IA es especialmente relevante en sectores como la salud, donde ayuda en el diagnóstico y la investigación médica, o las finanzas, donde optimiza las decisiones de inversión. La industria y la logística también se benefician enormemente de la automatización y la predicción de la demanda. Pero todos los sectores pueden sacar partido de la IA si la integran de forma inteligente.
¿Cómo se puede medir la eficacia de un proyecto basado en la IA?
GP: Es fundamental definir indicadores de rendimiento desde el principio. Por ejemplo, si se utiliza la IA para mejorar el servicio al cliente, se puede medir la satisfacción de los usuarios, el tiempo de respuesta y la resolución de problemas. En el caso de un producto, se puede hacer un seguimiento del compromiso de los usuarios, la optimización de los costes o la precisión de las previsiones.
En conclusión, ¿qué consejo daría a las empresas para un uso responsable de la IA?
GP: Mi principal consejo sería no precipitarse. Invertir en formación, involucrar a expertos en IA y, sobre todo, mantener siempre al ser humano en el centro de las decisiones. Una IA bien utilizada es una IA que realmente sirve a los objetivos de la empresa y mejora la experiencia de los usuarios.
¡Muchas gracias por estas explicaciones!
GP: ¡De nada!
